El miedo es una de nuestras conductas más básicas; el problema surge cuando ese miedo aparece ante un objeto, situación, o animal no peligroso, de forma irracional o excesiva, cuando nos desborda y nos paraliza tanto que evitamos hacer ciertas cosas.

En ese momento decimos que aparece una fobia específica. Existen varios tipos de fobias según el estímulo que las ponga en marcha, por ejemplo, fobia a las tormentas, a las arañas, a los aviones, etc.

Las fobias específicas más habituales son:  Fobia a animales: Por ejemplo a insectos (arañas, hormigas, etc.),  a mamíferos (perro, gatos, ratones, etc.),   a peces, a los pájaros, entre otros.       Fobia inyección-sangre-daño: La persona sufre un miedo extremo a las inyecciones, intervenciones médicas, transfusiones, e incluso ver imágenes (películas, fotografías)

En estos casos la fobia hace que la persona sufra mareo y desmayo.

Fobia tipo situacional: Miedo a determinadas situaciones, por ejemplo pasar un túnel, viajar en avión, conducir un coche.

Fobia tipo ambiental: Se refiere al miedo a situaciones propias del entorno natural o fenómenos climáticos tales como las tormentas, los rayos o relámpagos, etc.