Cuando se padece fibromialgia se tienen entre otros síntomas clínicos una gran fatiga, hipersensibilidad muscular, dolor generalizado, sensación de frio, rigidez muscular por las mañanas, dolor en las articulaciones, depresión, ansiedad, problemas de sueños, etc.

En esta relación de síntomas aparece la ansiedad y la depresión, los dos grandes trastornos emocionales, por lo tanto es en esta parcela donde el psicólogo puede ayudar a las personas que sufren esta enfermedad, además está demostrado que también se pueden utilizar técnicas de relajación para controlar el dolor.

Es muy interesante el trabajo que se realiza con grupos de personas afectadas por la fibromialgia, ya que el grupo ayuda, refuerza, anima, comprende a cada uno de los participantes.