Decimos que una persona es disléxica cuando tiene problemas para leer, redactar y reconocer palabras fluidamente, sin embargo presenta una inteligencia normal y no tiene problemas físicos o psicológicos que expliquen el problema.

Según González Rus, “la dislexia se manifiesta como una dificultad para la distinción y memorización de letras o grupos de letras, falta de orden y ritmo en la colocación, mala estructura de frases, etc.”. Según la definición anterior es necesario que el niño ya sepa leer y escribir para empezar a detecta el problema. El origen de la dislexia es neurológico.

Estos niños presentan grandes alteraciones en sus tareas escolares, un día pueden hacerlo genial pero al siguiente ser horrible. Tienen dificultades para retener series, por ejemplo nombrar los meses del año, los días de la semana. Suelen titubear al leer y no le dan la adecuada expresión.Acortan las palabras y separan sílabas. Suelen tener problemas para entender conceptos abstractos.Además en muchos casos se confunden con niños con TDHA.

Todas estas dificultades son ejemplos de cómo se manifiesta este trastorno pero existen algunas más, lo que debe quedar muy claro debido a la importancia que tiene es que ante cualquier duda lo mejor es realizar una buena evaluación del problema para extraer una conclusión.

Si al final de las pruebas el niño es disléxico lo que necesitamos es elaborar un buen plan de trabajo e iniciar de forma inmediata las sesiones de terapia con él.