A lo largo del día tomamos decisiones constantemente, algunas las pensamos y meditamos, otras simplemente nos salen, pero la suma de todas ellas es el punto de partida donde cada persona se encuentra cuando se levanta cada mañana.
En comunicación los expertos dicen que hasta el silencio comunica, si hablamos de tomar decisiones, no hacerlo también es una forma de decidir.
¿Por qué tenemos tanto miedo a equivocarnos?.
Los errores no se pueden evitar y hasta son necesarios para evolucionar. Muchos descubrimientos científicos nos han llegado después de un fallo, gracias a un error.
Cuando nos equivocamos debemos analizar el por qué, dónde y cómo; con las respuestas que obtengamos corregir, cambiar y buscar nuevas soluciones. Equivocarse no es algo terrible, forma parte de la vida, del camino que debemos recorrer.
Cuando un niño aprende a caminar se cae muchas veces, todos lo hemos hecho, pero la determinación y la necesidad por conseguir algo es importante.
Hablamos mucho de innovar pero todo lo nuevo lleva un gran porcentaje de riesgo y, precisamente, eso es lo que debemos atrevernos a superar. Me quedo con una frase “las personas extraordinarias son personas ordinarias que en un momento de su vida tomaron una decisión extraordinaria”.
Busca un objetivo, una meta real que creas que puedes llegar a conseguir, que desees conseguir, anota todos los pasos que debes realizar para lograrlo, asume que tendrás que esforzarte, luchar, que si te caes volverás a levantarte, que si te pierdes buscarás de nuevo el camino, asume cuáles son tus límites, pero no ceses en el empeño y cuando consigas un peldaño de tu escalera prémiate y anímate a seguir hasta el final, arriba las vistas siempre son maravillosas.
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