1- Consensuar y establecer normas y límites claros, concisos y llevarlos siempre a cabo. Que vuestros hijos los sepan y que también sepan cuáles serán las consecuencias por no cumplirlos.
2- Eliminar de vuestro vocabulario la frase “pórtate bien”, cambiarla por lo que queráis que haga vuestro hijo: “Mete tu almuerzo en la mochila”, “recoge el pijama y ponlo debajo de la almohada”, “pon los vasos y las servilletas”, etc.
3- Marcar horarios, las cosas tienen que realizarse en un tiempo determinado, siempre deben tener un principio y un final.
4- No negociéis todo con vuestros hijos. No deis más explicaciones de las necesarias, os agotarán, tienen pilas alcalinas.
5- Primero se realizan las obligaciones y en segundo lugar el ocio, lo divertido. Nunca se cambia el orden o se elimina la primera parte.
6- No gritéis, intentar no alteraros, no desesperar. Es importante mantener la calma. Cuidado con nuestra forma de hablar, evitemos insultos, amenazas, tacos, etc.
7- No protejáis en exceso a vuestros hijos, deben ser capaces de hacer cosas según su edad. Es importante que tengan responsabilidades, de esta forma aprenderán qué es lo correcto. Además cuando logren realizar cosas se sentirán bien.
8- Felicitar siempre a vuestros hijos por todo lo que hacen bien, no penséis que esa es su obligación y es lo que deben hacer. Decirle que estáis orgullosos, que os gusta lo que hace y cómo lo hace. Nunca deis premios por adelantado y tampoco prometáis cosas a largo plazo, ninguna de las dos cosas funcionan.
9- No todo lo que hace tiene premio.
10- Y lo más importante, sois SU MEJOR EJEMPLO, no le pidáis que haga algo que ninguno de vosotros dos hacéis.